Estoy aquí borracho y ebrio,
mientras mi mente no piensa más que en ti.
La sangre sube a borbotones a mi cabeza
y mi estomago se revuelve peor que una mezcladora,
pero yo solo pienso en ti.
Rendirme puedo ante el trago y la bebida,
mas no me pidas mi bien,
que ante ti yo me rinda,
mira que si bien lo hiciese con gusto,
con mayor necesidad lo debo evitar.