Error

Hay errores que durante toda una vida te persiguen,
hay errores que por más que pidas disculpas
hacen de tu vida un caos privándote de los tesoros
que en esta pudiste haber encontrado,
condenándote a vagar buscando
lo que ya nunca vas a encontrar.

Hay errores que se cometen
simplemente por estupidez,
hay segundas oportunidades,
que se dan solo una vez en la vida
y cometer un error en el momento en que ésta se esta dando
es como colocarse una espada en el corazón
y extirparse una parte de él sin morir.

Esos errores se deben pagar caros
durante el resto de tu vida,
agonizar día a día sin que jamás llegue
la consoladora muerte,
esos errores marcan la distancia que hay
entre el cielo y el infierno,
hay errores que provocan que cuando encuentres el cielo
no lo sepas retener
y termines metido en las garras del infierno.

Uno de esos fatales errores fue el que cometí
cuando pude reencontrarte,
lo que debería haber terminado en confesiones y amores
en ilusiones rotas y desdichas terminó.
Todo por no poder mirarte a la cara y decirte:
"te amo desde la primera vez que te vi".